El dominio de Shakira en Estados Unidos ha menguado desde que se convirtió en esa diosa que contoneaba caderas al ritmo de éxitos como "Whenever, Wherever" y "Hips Don't Lie".
Ya una superestrella en su natal Colombia, la multitalentosa cantante, compositora e instrumentista sacudió la escena pop estadounidense cuando debutó en este país en 2001 con canciones personales y ricas sobre romance y más. Pero sus discos más recientes no han igualado la chispa, el filo y el carisma de su trabajo de hace una década, y su nuevo álbum homónimo, aunque placentero por momentos, no presenta a esta laureada estrella bajo la luz adecuada.